Existen miedos que no son negativos porque nos alertan, nos avisan del peligro y nos sirven de ayuda. En cambio, hay otros que nos obstaculizan e impiden nuestro desarrollo personal.

 

Generalmente, nuestros miedos, van asociados a nuestro esquema de pensamiento y ciertos factores ambientales o de nuestro entorno que, sin darnos cuenta, están condicionando ese pensamiento y, a su vez, potenciando la aparición de ciertas emociones.

 

¿Cuales son tus miedos?

Un concepto...

 

En el maravilloso libro "Recetas de lluvia y azúcar" Eva Manzano nos dice que :

 

" El miedo está siempre escondido porque es muy asustadizo (...).Cuando nació, ayudaba a protegerse de los posibles peligros, pero nunca iba solo, le acompañaban la sensatez y la lógica, dos primas poco divertidas y muy amigas.(...). Un día se fue el miedo sólo (...) y se asustó tanto que se escondió dentro de sí mismo(...). El miedo, cuanto más desconfía, más profundo se vuelve y menos sirve para protegerse." 

 

Además, nos da algunas deliciosas recetas PARA PERDER EL MIEDO.....  Como por ejemplo, cantar en voz alta (que al miedo le da mucha rabia) o hacer una mermelada y tomarla con rebanadas de gritos.

 

¿A que te dan ganas de leerlo enterito?

 

 


Tus miedos, a dieta.

Nuestros alumnos/as nos dan sus propias recetas para mantener los miedos a régimen. Y tú... ¿cuáles tienes?

Hacemos "Terapia"

Una actividad curiosa ( por los resultados que obtenemos) es la de verbalizar nuestros miedos ( podemos tener en la mano un trozo de papel negro que simbolice la sombra que dibuja ese pensamiento negativo y que siempre nos acompaña)

 

Nuestros compañeros y compañeras ejercerán de psicólogo/ as o terapeutas e intentarán, haciendo uso del pensamiento positivo, rebajar esos miedos a simples ideas fácilmente combatibles.

 

Si consiguen convencernos, romperemos el papel y acabaremos con ese miedo para siempre.

 

¿Os atrevéis a jugar?